Podemos Cantabria ha cuestionado hoy la financiación con fondos europeos del aparcamiento disuasorio del Sardinero, al considerar que los cambios introducidos en la obra “hacen que no se cumplan los objetivos para los que se concedieron dichos fondos”, a la vez que plantean “qué tipo de carácter disuasorio puede tener sustituir un aparcamiento gratuito, por uno de pago”.

En opinión de Podemos, la Unión Europea concedió los fondos para esa infraestructura con el objetivo de mejorar la movilidad de Santander creando un aparcamiento disuasorio, “pero el proyecto actual no solo no crea plazas disuasorias, sino que disminuye las que existen actualmente”. Además, aseguran que este hecho, unido a la posibilidad de convertir el aparcamiento en un recinto de pago, hace que “las personas usuarias van a tener menos alicientes para aparcar en el Sardinero después de la obra, que antes de ella”.

“No vamos a permitir que se inviertan fondos europeos en la privatización de un espacio con la excusa de reducir el tráfico en el centro de Santander, cuando todos los datos apuntan a que la obra va a provocar el efecto contrario”

Asimismo, la formación morada afirma que van a permanecer vigilantes y que “no vamos a permitir que se inviertan fondos europeos en la privatización de un espacio con la excusa de reducir el tráfico en el centro de Santander, cuando todos los datos apuntan a que la obra va a provocar el efecto contrario”. En esta línea, señalan que “si el Ayuntamiento no rectifica, denunciaremos en Europa el mal uso que se pretende hacer de estos fondos”.

Pablo Gómez, responsable de Medio Ambiente de Podemos Cantabria, subraya que “son muchas las personas trabajadoras que ya usan ese aparcamiento como disuasorio. Si ahora se plantea cobrarles, estamos animando a la gente a ir a los parkings del centro, que también son de pago pero que se encuentran más cerca de sus destinos”.

Gómez concluye señalando que el Ayuntamiento no ha querido entender el objetivo de los fondos europeos: “En este caso es muy sencillo, porque se trata de que la iniciativa facilite la movilidad, no de que la complique más y que, encima, se obligue a la ciudadanía a pagar por algo que hoy no tiene que pagar”.