Podemos Astillero propone al consistorio el “Punto Violeta” y acabar con la anomalía democrática de la infrarrepresentación de las mujeres en el callejero local

Argentina Cabarga

Podemos Astillero, por medio de un comunicado, ha hecho público que elevó al pasado Pleno del Ayuntamiento del día 30 septiembre dos mociones que el alcalde, Javier Fernández Soberón, “ha decidido obviar”.

La primera de ellas era relativa a la implantación de la herramienta ‘Punto Violeta’ en el Ayuntamiento, herramienta que el Consejo de Ministras y Ministros aprobó el pasado 27 de julio de 2021, para implicar al conjunto de la sociedad en la lucha contra la violencia machista, y avanzar hacia la erradicación de las violencias estructurales contra las mujeres, con la implicación del conjunto de la sociedad de forma directa.

Para Argentina Cabarga, portavoz de la formación morada en Astillero, “es un tema importante para un ayuntamiento como el nuestro, que a estas alturas no cuenta con una concejalía de Igualdad, porque estas medidas están encaminadas a la sensibilización de la sociedad y al entorno de las víctimas de violencia machista, a detectar de forma temprana la violencia en servicios públicos de proximidad, a apoyar la autonomía de las mujeres para que rompan con la violencia, a proteger a los niños y las niñas frente a la violencia”.

En una segunda moción, la formación solicitó al consistorio que “se tomen medidas para acabar con la anomalía democrática de la infrarrepresentación de las mujeres en el callejero local”.

Según Cabarga, “una gran parte de los nombres tienen carácter conmemorativo, es decir, han sido elegidos para conmemorar personalidades, eventos y valores que se consideran importantes para la colectividad. Solo hay que mirar el callejero de nuestra entrañable historia local, y es evidente que ha olvidado, cuando no ignorado, a las mujeres. Apenas hay calles con nombre de mujer”.

En este sentido, incide en que “el callejero de Astillero y Guarnizo debe comenzar con acciones positivas por la igualdad en todo el municipio, desde el vial más lejano hasta el centro mismo del pueblo. El nombre de las calles forma parte de la cultura popular de la urbe, y es indudable que las mujeres hemos estado en ella. Por lo tanto, también nos corresponde estar en el callejero”.

En opinión de la portavoz morada, “es tarea de la corporación acabar con la anomalía democrática de la infrarrepresentación de las mujeres en el callejero local”.