La coalición coincide con las demandas de la Junta respecto a la reducción de ratios y carga horaria, y la necesidad de una gestión pública directa de los servicios prestados en los centros educativos.

“Estamos centrados en mejorar los servicios públicos; está en nuestro ADN”, ha dicho Mónica Rodero, candidata a la Presidencia de Cantabria de la coalición Podemos-Izquierda Unida, “de modo que es normal que tengamos coincidencias con una Junta que representa a más de 7000 trabajadores”. Rodero ha realizado estas declaraciones tras una reunión a dos bandas, “a la que seguirán muchas”, con la Junta de Personal Docente no Universitario de Cantabria. En la reunión han encontrado puntos en común, entre otros temas, en la reducción de la excesiva burocratización del personal docente y los equipos directivos, en la adecuación salarial y en la reducción de las ratios máximas de alumnos por docente.

Carmen Martín, número dos de la coalición, ha añadido: “Tenemos una oportunidad de oro en política educativa en Cantabria, por la distribución de la población y la reducción de la natalidad. No podemos desaprovecharla o, peor, aprovecharla para recortar recursos. Es ahora cuando debemos incidir más en la bajada de ratios a todos los niveles y en la reorganización justa del sistema educativo. Es una inversión clave, no ya económica, sino en términos de calidad de vida”.

En la reunión se ha debatido también sobre la escuela privada financiada con fondos públicos. Las candidatas han expresado preocupación sobre las condiciones de trabajo de sus equipos docentes y han reafirmado su compromiso de adscribirlas, progresivamente, a la red pública, y evitar que existan unidades privadas que no cumplan con los requisitos que sí se exigen a las que dependen de la Consejería.

“Como todos los servicios que se prestan en los centros, desde la administración a la limpieza, pasando por los comedores escolares e incluso la oferta de formación profesional, el horizonte es que, a corto y medio plazo, todo el sistema educativo dependa de las administraciones de educación”, han dicho. “Hay que organizar con criterios pedagógicos y de derecho laboral”, ha señalado Martín. “Las aulas para niños y niñas de un año, por ejemplo, deben tener docentes a tiempo completo”.

“Estamos muy a favor de la innovación educativa”, ha valorado también Rodero, “siempre que esta vaya acompañada de mejoras para quienes trabajan en educación y cuando sea beneficiosa para el alumnado, no para las empresas tecnológicas o para las grandes editoriales. La innovación, que es necesaria y buena, no puede ser una excusa para ir empeorando las condiciones del colectivo docente”.

“La inmensa mayoría de docentes trabajan mucho más de lo que explicita su contrato, y es una tendencia que, particularmente desde la pandemia, va al alza. Sus formaciones deben ser en su horario laboral y equipararse a cualquier formación que reciban los trabajadores de otros ámbitos”. Han comentado que propondrán la implementación de un plan de formación continuo, específico a cada área de conocimiento “y no improvisado año a año”.

Las candidatas también han tratado con la Junta el tema de la salud mental en los centros: “Es muy necesaria la figura del coordinador de bienestar en los centros”, han declarado, “no vemos mal su uso como comunidades de aprendizaje, pero los cambios siempre deben planificarse y estructurarse desde la protección de los derechos de trabajadores y trabajadoras. Hemos visto gestiones inadecuadas durante esta legislatura, y hay derechos que se han perdido en la anterior crisis, como algunas reducciones o adaptaciones de jornada, y que todavía no se han recuperado. También se tiende a entender que la conciliación, que, como es lógico, preocupa mucho a las familias, es un tema escolar, cuando son las empresas las que deben ayudar a conciliar”.

Mónica Rodero y Carmen Martín se han mostrado satisfechas con el encuentro, y han destacado que a esta reunión la seguirán muchas. “Toda nuestra valentía, todo nuestro cuidado y toda nuestra fuerza en el Parlamento cántabro remarán a favor de una educación laica, pública y de calidad. Es un compromiso firme que va más allá de unas elecciones: aquí nos jugamos el futuro”, han concluido.